Es un concepto no exclusivo de IA, pero tiene una relevancia central para la IA pues los algoritmos son la base de funcionamiento de la IA
Aunque es un término utilizado principalmente en el ámbito de la informática, en realidad es un concepto que se originó en el mundo“real” (ejemplo famoso de algoritmo es el formulado por Euclides -300 a.C.- es encontrar el máximo común divisor).
Es un concepto no exclusivo de IA, pero tiene una relevancia central para la IA pues los algoritmos son la base de funcionamiento de la IA.
Algoritmo puede ser generalmente definido como un conjunto de pasos o instrucciones establecidas, ordenadas y delimitadas para solucionar un problema, hacer un cálculo o llevar a cabo una tarea. En otras palabras, un algoritmo es el procedimiento que se sigue paso a paso para conseguir un objetivo concreto.
En programación, un algoritmo supone el paso previo para escribir el código. Primero debemos encontrar la forma de obtener la solución al problema (definir el algoritmo informático), para luego, a través del código, poder indicar a la máquina qué acciones queremos que lleve a cabo.De este modo, un programa informático no sería más que un conjunto de algoritmos ordenados y codificados en un lenguaje de programación para poder ser ejecutados en un ordenador.
Un algoritmo se divide en tres partes:
Los algoritmos constituyen la base del funcionamiento de la IA. El diseño de los algoritmos contiene en sí mismo una decisión o lo que es lo mismo, la determinación de obtener un cierto resultado, una concreta información o una específica solución a un problema que puede ser de carácter económico, político, social o científico. Según el resultado que queramos obtener configuraremos el algoritmo. Por ello, es importante que técnicos en IA y juristas conozcan y colaboren en el diseño de los mismos a fin de identificar y minimizar los posibles efectos negativos que pueden originar en los derechos, la democracia o el Estado de derecho especialmente en lo referido a los posibles sesgos que pueda incorporar en su diseño.
El riesgo fundamental reside en el posible carácter subjetivo que el diseño del algoritmo puede tener según los principios que determinan la decisión. El estudioso del Derecho debe estar atento a fin de evitar posibles abusos y de preservar los valores constitucionales básicos. El diseñador técnico, por su parte, ha de ser capaz de identificar los efectos del algoritmo en dichos valores incluso aunque no sean buscados directamente.
Alessia Tomo
Cristina Pérez Sánchez