La inteligencia Artificial débil o específica tiene una naturaleza de carácter tecnológico-científico con una incidencia clara en todas las dimensiones de la sociedad, como la economía, el comercio, la sanidad, las relaciones sociales o jurídicas, entre otras.
Es un fenómeno tecnológico que durante los últimos 30 años ha evolucionado vertiginosamente al punto de lograr que el desarrollo computacional cada vez sea más potente, tenga mayor capacidad en el manejo y procesamiento de la información y sirva para simular ciertos comportamientos humanos.
La inteligencia artificial débil o específica está compuesta por un software (conjunto de programas o reglas informáticas o algorítmicas) y/o un hardware (elementos físicos o materiales) que con cierto grado de autonomía y adaptabilidad a un entorno en constante cambio, realiza una tarea o produce un resultado u objetivo específico con base al análisis de grandes conjuntos de datos (estructurados, no estructurados o semi estructurados) que provienen de diversas fuentes (por ejemplo: datos M2M y sensores, datos web, datos biométricos o genéticos, datos generados por seres humanos, datos transaccionales, etc.).
La Inteligencia Artificial débil o específica una vez ha percibido o recopilado los datos, los interpreta y los transforma en información, luego realiza un proceso de cognición y comportamiento que imita o simula el que realiza un ser humano y a través de un modelo numérico, toma una decisión y adopta una acción en base a diversas variables.
En contraste con la inteligencia artificial fuerte o general (teóricamente concebida), la inteligencia artificial débil no realiza de manera múltiple y simultánea varias tareas, ni tampoco resuelve de forma totalmente autónoma una gran variedad de problemas, ni produce diversos resultados con base al análisis de grandes conjuntos de datos en entornos complejos y cambiantes. En fin, la principal diferencia entre la IA débil y la IA fuerte es su capacidad para realizar tareas más allá de lo que se ha programado específicamente.
En la actualidad los sistemas de IA implantados en la sociedad son de este tipo, esto es, son formas de IA débil.
La inteligencia artificial débil o específica tiene relevancia en todos los ámbitos de la vida diaria actual. La IA débil se refiere a la capacidad de las máquinas para realizar tareas específicas que normalmente requerirían inteligencia humana. La IA débil se utiliza en una variedad de aplicaciones en nuestra vida cotidiana, incluyendo sistemas de recomendación en línea, chatbots en sitios web, aplicaciones móviles, y reconocimiento de voz en dispositivos móviles y hogares inteligentes.
Para los juristas influye progresiva y evolutivamente en todas las ramas del ordenamiento jurídico y se ha convertido en una herramienta que puede simular la lógica del razonamiento jurídico humano.
Respecto a los usos son innumerables. En el ámbito jurídicoç pueden destacarse los siguientes: 1) Extraer y resumir los contenidosde alcance legal, 2) realizar análisis automáticos de textos normativos, jurisprudenciales y doctrinarios, 3) racionalizar la investigación jurídica y elanálisis de casos, 4) redactar, traducir y automatizar los documentos legales, 5) plantear soluciones a conflictos judiciales, 6) sugerir mejoras en laredacción de textos, 7) desarrollar métodos predictivos, y 8) automatizar procesos y procedimientos jurídicos. En lo referido a los riesgos en elcampo del Derecho pueden afectar negativamente a los derechos humanos y los valores democráticos, entre otros, por lo siguiente:
Eliana Andrea Duitama Pulido